Tuesday, 16 October 2012

METZ - METZ


Metz, banda que hace parte de una nueva ola de post-hardcore que se está dando en el norte de nuestro continente. Aunque claro, depende de como quieran ver esta 'nueva ola' que está sectorizada en los revivalistas de siempre (The Men, que a pesar de eso cabe decir que son excelentes) y los que están intentando llevar el genero a terrenos frescos y afines al pensamiento de esta nueva década (White Suns). Metz entra en la primera categoría  aunque con muy forzados intentos de incorporar sonidos interesantes a su paleta musical  como ligeros toques de la disonancia del no wave y el 'feeling' incorporado del rock clásico en mucho del pesado riffeo que es presentado aquí. 

Y la verdad, es que a pesar de que hubo mucha expectativa detrás del lanzamiento de este disco (en la gran disquera haciéndose pasar por alternativa, Sub Pop Records) y de la supuesta brutalidad/ferocidad del grupo, Metz es bastante pegajoso. Detrás de cada golpe agrío y feedback intencionalmente pulido por el productor, hay un gancho gigantesco y estructuras por así decirlo, formales de coro-verso-coro-solo o etc. Tienen esa calidad de grupos como Pixies de sacar de algo abrasivo, otra cosa absolutamente hipnótica y memorable, es decir, esta banda no va a ofender sensibilidades no, tal vez a tu amigo hipster le termine gustando, yo que sé. Pero igualmente es un disco que golpea duro a pesar de su melodicismo disfrazado y la falta de letras que verdaderamente digan algo 'importante'. Está bien, no se convierten en ruido de fondo. Y hay canciones en donde la disonancia parece derretir el cuero de mis tímpanos, como en 'Sad Pricks' y 'The Mule'. 

Hay también un intento de implementar el boogie woogie macabro de Jesus Lizard en ciertas partes (el sencillo 'Wet Blanket' por ejemplo) -y no entiendo porque suelen ser un punto de partida para muchos grupos de la nueva ola-, al igual que bastante agresividad originaria del hardcore para darles un 'credo'. Se siente que hay una intención y una sed de sangre autenticas, pero lamentablemente creo que la producción ascética dándosela de sucia vuelve muy plano el trabajo, le quita al sabor de la banda que al parecer es bestial cuando toca en vivo, al igual que muchos de los ritmos que abusan bastante de patrones tribales que dejan un sin-sabor en gran parte de las canciones del disco. Aunque me gustan las muy breves ideas usadas en los dos intermedios entre las canciones: el bailoteo mecánico Devo-esco de 'Nausea' y '--))--' que induce unas frecuencias insoportables que dejan al oyente absolutamente violado de sí mismo. Más sin embargo, a falta de propuestas destacables durante estos últimos años, que han sido catastróficos en términos musicales, es un buen paso adelante a una muy posible nueva era de pesadez y ruido necesaria para agitar las cosas un poco y representar la muy inestable situación geopolítica  que se está dando en la actualidad. En conclusión, es un buen disco, pero no esperen obtener una revelación de la virgen de Guadalupe mientras lo escuchan. Y si tuviera la oportunidad de hacerlo, los vería en vivo, OBVIAMENTE QUE SÍ.

Recomiendo (a parte de las dos mencionadas):
'Knife in the Water', 'Negative Space' y 'Wasted'

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