Si van a celebrar la fecha de hoy, 31 de octubre, traten de hacerlo de la mejor manera y procuren escuchar un poco de música temática. Aquí, una breve selección para asistirlos:
Porque correr a ponerse maquillaje no tiene que constituir una actividad aburrida y poco interactiva.
"She peeked around the corner. / She offered me her hand. / My teeth touched her skin. Then she was gone again."
Disfruten de una pequeña muestra de la poesía "en devenir" de Brainbombs aquí.
La sola portada del álbum ya debería indicarles que algo no anda bien...
Hasta el momento en que Bish Bosch salga (o se infiltre), Scott Walker ya ha logrado con The Drift crear uno de los discos más opresivos, oscuros y escalofriantes jamás hechos por un artista "pop".
Y si eso no le es suficiente, le recomiendo que vaya inmediatamente acá:
Que disfruten su noche de Halloween, niños y niñas.
Wednesday, 31 October 2012
Saturday, 27 October 2012
Mi reencuentro con Cursive
"For myself, I always write about Dublin, because if I can get to the heart of Dublin I can get to the heart of all the cities of the world. In the particular is contained the universal."
Escribía esto James Joyce poco después de la publicación del hoy legendario Ulises y se me hizo inevitable pensar en la correspondencia entre lo particular y lo universal en el momento que por fin me sentí a gusto con Cursive, banda proveniente de Omaha, en pleno centro de Estados Unidos. Antes de entrar a enlazar el dilema "universal y particular" con el tema en cuestión, déjenme, primero que todo, aclarar, antes de que corran a Wikipedia y vean "Saddle Creek Records" en la descripción de la banda, que si esperan a una banda que sigue la corriente medio folk posmoderno, medio pop de Bright Eyes van a salir algo sorprendidos ante la diferencia sónica entre ambos grupos.
Y sí, el cantante y principal compositor detrás de Cursive, Tim Kasher, compartió banda (Commander Venus) con Conor Oberst, pero ambos resultaron con conceptos tan opuestos sobre la manera en la que lidiaban con sus demonios internos de la misma manera que The Faint, banda en la que Oberst estuvo involucrado en sus principios, resolvió inclinarse eventualmente hacia el revivalismo del post-punk dosmilero.
En segundo lugar, en cuanto a mi experiencia personal, la relato tan fácil como puedo: me puse en contacto con The Ugly Organ (2003) hace tres (¡!) años, pero aparte de la contestataria "Art Is Hard", no le presté la atención que merecía. Algo injusto, considerando que el álbum no es más que la aparente conclusión de la brevísima pero no poco sustancial ola de post-hardcore como formato exploratorio y expansivo (incorporación de instrumentos diferentes a los que uno se espera de una banda de "punk", canciones que disipan la tensión de maneras insospechadas) justo al comienzo de siglo con el que unas bandas se despidieron (Fugazi y Unwound, "casi nada", a lo cuál también se podría sumar Shellac con sus teatrales exploraciones de lo mínimo y su método de dejarnos esperando más de media década por cada álbum desde el 2000) y otra comenzaba a decirle adiós a continuar el camino brindado por el post-hardcore (...And You Will Know Us by the Trail of Dead, más por el lado catártico pero no menos expansivo que los últimos lanzamientos de las primeras dos bandas, decidiendo irse hacia el lado progresivo después del Source Tags & Codes). Cursive logró combinar los logros previos a The Ugly Organ con lo melancólico y lo agónico en este álbum, su más conocido, alrededor del mismo tiempo en el que el nu metal (implícitamente atacado en "Art Is Hard") iba desvaneciéndose, los límites y peligros de las olas revivalistas no eran tan claros para muchos y las bandas de pop punk asociadas eventualmente con la llamada subcultura "emo" (varias de las cuáles apropiaron baratamente ideas sónicas y líricas de bandas como Cursive) apenas iban preguntándose que dirección tomar.
...volviendo a mi historia, no le puse mucha atención a Cursive sino hace unos meses atrás, cuando en una reunión de Primavera en Pekín (antes de que fuera Primavera en Pekín) escuché "The Radiator Hums", octava de las nueve canciones que componen Domestica, del 2000. Usando el criterio de las impresiones, no me sentí tan atraído la primera vez que la escuché, pero admito que por algún motivo terminaba oyéndola cada vez que había reunión. Y hace unos cuantos días se me pegó inevitablemente y me obligó a acercarme a Domestica. Ahí fue cuando encontré, finalmente, que la forma en la que las maneras de lo "particular" se hacían uno con las de lo "universal" era tan evidente en ese álbum como en ninguno otro de esta etapa del post-hardcore. Domestica es uno de los lugares en donde es posible decodificar, de manera exhaustiva, una especie de ADN del género desde finales de los ochenta y hasta el comienzo del nuevo siglo.
Mientras que el 2003 parecía ya el momento en que muchas de las bandas principales del género no existían y se dió paso a otros grupos que conquistaron mercados sin tratar de querer avanzar lo dejado por At the Drive-In o Refused (dos de los principales puntos de referencia para estas nuevas bandas), los tres a cinco años anteriores el género parecía llegar a algunas conclusiones, en teoría, lógicas. At the Drive-In explotaba el impulso del sonido de Washington D.C. junto con la intensidad y reglas dinámicas de la escena de San Diego (léase: Gravity, Three One G y Drive Like Jehu), de igual forma (pero tal vez menos destacable) que lo haría Thursday; agrupaciones como Refused o, menos notablemente, Glassjaw, también miraban al D.C. pero con la aproximación pesada y la influencia metal que bandas de hardcore y post-hardcore de Nueva York (llámese Helmet, llámese Unsane, llámese Gorilla Biscuits, llámese Quicksand o llámese Born Against) les dejaron; para cerrar, por ahora, con esta breve radiografía, muchos de los que aparecían en el D.C. (Burning Airlines, Q and Not U, The Dismemberment Plan) se encontraban posicionados en un momento en el que las influencias post-punk tomadas por sus predecesores (y por ellos mismos) se hicieron más evidentes, sin rayar necesariamente en las imposiciones del revival (aunque terminaron prediciéndolo).
No sé si la simple posición geográfica hizo que Cursive se impregnara de casi todo sonido post-hardcore (exceptuando, tal vez, entre los mencionados, el neoyorkino), pero así pasó. Además de la perceptible, a primera escucha, asociación con los grupos aparecidos en el D.C. durante la segunda mitad de los noventa (y, ni decir, con los que aparecieron antes), Cursive recuerda al evocativo sonido y pasión de Sunny Day Real Estate o, inclusive, de la etapa temprana de Modest Mouse, junto con las guitarras complejamente fraseadas de Slint, Jehu o Indian Summer, también prediciendo lo que Bear vs. Shark haría un año más tarde. ¿Y las letras? Se acercan hacia lo intrapersonal, posicionando a Kasher cercanamente a Jeremy Enigk. Cuenta la leyenda que Cursive se desintegró por un período de dos años entre su segundo álbum y el período de composición y grabación de Domestica, y que el doloroso divorcio que Tim Kasher vivió en este tiempo fue el principal motor que impulsó el sentir de frustración y pesadumbre visto en el álbum (además de volver a reagrupar al conjunto), todo, claro, enmascarado bajo la ambigüedad de la aparente autoficción reconocida por Kasher cuando se le preguntó sobre el contenido lírico de estos temas.
Sin más que decirles por ahora, les dejo aquí abajo Domestica (m4a, 128 kbps) y les mando un abrazo.
This house is the hole that you could never fill.
Thursday, 18 October 2012
Tuesday, 16 October 2012
METZ - METZ
Metz, banda que hace parte de una nueva ola de post-hardcore que se está dando en el norte de nuestro continente. Aunque claro, depende de como quieran ver esta 'nueva ola' que está sectorizada en los revivalistas de siempre (The Men, que a pesar de eso cabe decir que son excelentes) y los que están intentando llevar el genero a terrenos frescos y afines al pensamiento de esta nueva década (White Suns). Metz entra en la primera categoría aunque con muy forzados intentos de incorporar sonidos interesantes a su paleta musical como ligeros toques de la disonancia del no wave y el 'feeling' incorporado del rock clásico en mucho del pesado riffeo que es presentado aquí.
Y la verdad, es que a pesar de que hubo mucha expectativa detrás del lanzamiento de este disco (en la gran disquera haciéndose pasar por alternativa, Sub Pop Records) y de la supuesta brutalidad/ferocidad del grupo, Metz es bastante pegajoso. Detrás de cada golpe agrío y feedback intencionalmente pulido por el productor, hay un gancho gigantesco y estructuras por así decirlo, formales de coro-verso-coro-solo o etc. Tienen esa calidad de grupos como Pixies de sacar de algo abrasivo, otra cosa absolutamente hipnótica y memorable, es decir, esta banda no va a ofender sensibilidades no, tal vez a tu amigo hipster le termine gustando, yo que sé. Pero igualmente es un disco que golpea duro a pesar de su melodicismo disfrazado y la falta de letras que verdaderamente digan algo 'importante'. Está bien, no se convierten en ruido de fondo. Y hay canciones en donde la disonancia parece derretir el cuero de mis tímpanos, como en 'Sad Pricks' y 'The Mule'.
Hay también un intento de implementar el boogie woogie macabro de Jesus Lizard en ciertas partes (el sencillo 'Wet Blanket' por ejemplo) -y no entiendo porque suelen ser un punto de partida para muchos grupos de la nueva ola-, al igual que bastante agresividad originaria del hardcore para darles un 'credo'. Se siente que hay una intención y una sed de sangre autenticas, pero lamentablemente creo que la producción ascética dándosela de sucia vuelve muy plano el trabajo, le quita al sabor de la banda que al parecer es bestial cuando toca en vivo, al igual que muchos de los ritmos que abusan bastante de patrones tribales que dejan un sin-sabor en gran parte de las canciones del disco. Aunque me gustan las muy breves ideas usadas en los dos intermedios entre las canciones: el bailoteo mecánico Devo-esco de 'Nausea' y '--))--' que induce unas frecuencias insoportables que dejan al oyente absolutamente violado de sí mismo. Más sin embargo, a falta de propuestas destacables durante estos últimos años, que han sido catastróficos en términos musicales, es un buen paso adelante a una muy posible nueva era de pesadez y ruido necesaria para agitar las cosas un poco y representar la muy inestable situación geopolítica que se está dando en la actualidad. En conclusión, es un buen disco, pero no esperen obtener una revelación de la virgen de Guadalupe mientras lo escuchan. Y si tuviera la oportunidad de hacerlo, los vería en vivo, OBVIAMENTE QUE SÍ.
Recomiendo (a parte de las dos mencionadas):
'Knife in the Water', 'Negative Space' y 'Wasted'
Saturday, 13 October 2012
En Primera Escucha...Godspeed You! Black Emperor - Allelujah! Don't Bend! Ascend!
Octubre 12/2012:
Mucho del discurso "radical" de Godspeed puede ser acertado, pero también exagerado. Me acuerdo haber leído una entrevista en donde pensaban que su audiencia consistía en 'monos enfermos, aprisionados e incapaces de entender lo que estaban haciendo'. Aquella afirmación que con palabras correctas puede dar con una verdad, parecía una postura más soberbia y pedantesca y por ende se alejó aún más la posibilidad de volverlos a escuchar (aparte de su asociación con los elitistas hipsters desde sus comienzos). Pero heme aquí ahora dándoles una segunda oportunidad con este nuevo disco.
Octubre 13/2012:
El disco empieza con una nota ominosa, con un sentimiento de épica burbujeante que se va acumulando y acumulando hasta que eventualmente explota en una especie de improvisación con tonos orientales. Hay una reminiscencia a las largas improvisaciones que se dieron en el rock alemán de los 60's, como con Ash Ra Tempel, pero en forma de actualización para los chicos del Siglo XXI. Efectivamente se da el mismo sentimiento representado en la portada del disco: el de estar atrapado en una tormenta de arena mientras las previas ruinas de la existencia humana son devoradas sin compasión frente a nuestros ojos. Hay insatisfacción. Indignación. Agresividad en el sonido de esta nueva formación de Godspeed. Y aún no siento una conexión directa con la banda.
A pesar de los interesantes intermedios musicales que son disonancias amorfas que se funden y derriten con ruidos electrónicos, el único track que me ha interesado hasta el momento es 'We Drift Like Worried Fire'. Aquella canción que transita a través de pasajes matemáticos de guitarra y arreglos dramáticamente cuasi-clásicos y hasta porqué no decirlo, 'bonitos' fue la única que realmente me agarró de todo el disco. Y sus varias desintegraciones estructurales a tribalismos rítmicos y otra vez a lo dramático.
12:40 p.m.
Ahora que escucho a 'Mladic' me parece efervescencia pura, en ascendencia, en escalafón. Lo que tal vez me ha evitado seguir escuchando a Godspeed es esa calculación intelectual detrás de sus canciones, que ahora que estuve viendo un video de ellos el año pasado, es reminiscente a los más aburridos actos del rock progresivo de los setentas: ellos no tocan en forma enérgica para generar un portal en donde se evocan a los espíritus elementales huracanicos de la rebelión (una de las premisas de la banda), sino que tocan muy reservadamente, sentados, profundamente concentrados en sus partes y sin salirse de ese estado de calma (lo que acuerda a una de sus principales influencias: Slint y sus desabridas pero performaticas interpretaciones en vivo). Y aún así pueden lograr un sentimiento de intensidad, pero la de una intensidad fría. Entre más escucho, hay más inmediatez, pero sin un envolvimiento.
02:39 p.m.
Me doy cuenta (a la casi sexta vez de escuchar el disco), que los instrumentales son bastante aventurosos y su no-forma es lo que los hacen atractivos. En cambio, me doy cuenta que en las canciones más estructuradas, Godspeed no ha salido completamente de la fuerte influencia de sus predecesores atrás en los noventas y siguen jugando con los espacios negativos musicales generados en aquel pasado, con adiciones barrocas y delicadas que han formado por así decirlo, el sónido identificable de la banda. Aunque claro, estoy hablando más de la forma emocional que produce la música, que la forma instrumental. Esta forma emocional es aumentada con los 'cracks' y el ruido natural del vinilo, del cual ha salido mi copia "ilegal" de este disco...ese sentimiento espeluznante similar a los viejos discos del blues, la espectralidad que es producida por algunos artistas y que persiguen al oyente como una maldición. El misterio está ahí...pero no llegan a generar ese vortice que abre huecos en el espacio y tiempo.
Intentan generar algo grandioso...grandioso no como lo hacían hace una década en donde todo se volvía movimiento tras movimiento hasta alcanzar el clímax, sino a través de una furia y empoderamiento bien medidos. El extrañamiento. La saturación. La sensación de algo que es más 'rock' que clásico. Más experimental que formal. Hay una definitiva diferencia en la dirección que han tomado aquí, a pesar de lo que había mencionado anteriormente de sus influencias, que siguen ahí asimilandose cada vez más en el corazón de esta musica. El instrumental que concluye la pieza, 'Strung Like Lights At Thee Printemps Erable' es comparable como encontrarse al monolito de Kubrick. Permanece un fuerte zumbido en los oídos después del incomodo y forzado silencio que es despóticamente ejercido sobre el oyente al finalizar. Ensordecido.
03:13 p.m.
En fin, es un agradable pero imperfecto disco que sirve como acompañamiento para aquel sentimiento de desolación universal. Pero no es una obra maestra, ni Godspeed me ha logrado impresionar completamente. Para eso habrá tiempo...pero es de lo poco de la banda que he podido escuchar de forma completa y seguida sin ser decepcionado (hasta ahora).
02:39 p.m.
Me doy cuenta (a la casi sexta vez de escuchar el disco), que los instrumentales son bastante aventurosos y su no-forma es lo que los hacen atractivos. En cambio, me doy cuenta que en las canciones más estructuradas, Godspeed no ha salido completamente de la fuerte influencia de sus predecesores atrás en los noventas y siguen jugando con los espacios negativos musicales generados en aquel pasado, con adiciones barrocas y delicadas que han formado por así decirlo, el sónido identificable de la banda. Aunque claro, estoy hablando más de la forma emocional que produce la música, que la forma instrumental. Esta forma emocional es aumentada con los 'cracks' y el ruido natural del vinilo, del cual ha salido mi copia "ilegal" de este disco...ese sentimiento espeluznante similar a los viejos discos del blues, la espectralidad que es producida por algunos artistas y que persiguen al oyente como una maldición. El misterio está ahí...pero no llegan a generar ese vortice que abre huecos en el espacio y tiempo.
Intentan generar algo grandioso...grandioso no como lo hacían hace una década en donde todo se volvía movimiento tras movimiento hasta alcanzar el clímax, sino a través de una furia y empoderamiento bien medidos. El extrañamiento. La saturación. La sensación de algo que es más 'rock' que clásico. Más experimental que formal. Hay una definitiva diferencia en la dirección que han tomado aquí, a pesar de lo que había mencionado anteriormente de sus influencias, que siguen ahí asimilandose cada vez más en el corazón de esta musica. El instrumental que concluye la pieza, 'Strung Like Lights At Thee Printemps Erable' es comparable como encontrarse al monolito de Kubrick. Permanece un fuerte zumbido en los oídos después del incomodo y forzado silencio que es despóticamente ejercido sobre el oyente al finalizar. Ensordecido.
03:13 p.m.
En fin, es un agradable pero imperfecto disco que sirve como acompañamiento para aquel sentimiento de desolación universal. Pero no es una obra maestra, ni Godspeed me ha logrado impresionar completamente. Para eso habrá tiempo...pero es de lo poco de la banda que he podido escuchar de forma completa y seguida sin ser decepcionado (hasta ahora).
Saturday, 6 October 2012
En Primera Escucha...
Converge. All We Love We Leave Behind. Epitaph
¿Saben? Nunca me han interesado Converge, a pesar de que muchos de los que se hacen llamar fanáticos de todo lo hardcore los aprecien y pongan en un pedestal con cada disco nuevo que sacan. A mi parecer son una banda cualquiera de metalcore semi-comercial que han intentado modelarse forzadamente a la facción 'artística' y 'experimental' del punk. Pero al final del día y para estos oídos, sigue siendo una propuesta musical pedestre con elementos demasiado encasillados. Están las vocales gritadas al estilo trash/grindcore gutural con pequeños sobre tonos melódicos y el doble pedal en el bombo acompañado de guitarras y bajos que parecen un acompañamiento hecho por una pandilla de cavernicolas. Claro está que no es mala la música hecha por cavernicolas (The Birthday Party siendo un claro ejemplo), el problema es que no es convincente: en este caso suenan como Thursday intentando ser 'pesado'. Y la producción ultra-comprimida de este disco, que es un problema, puede ser atractivo para aquellos que buscan algo "crudo" en sus músicas, pero para mí resulta algo irritante.
Aun cabe decir que en este disco no faltan elementos interesantes, como el abuso de feedback de guitarra que tiene una reminiscencia al trabajo de Justin Trosper en Unwound y los momentos cuando la banda le baja la velocidad a sus motores para generar atmósferas espeluznantes, como en 'A Glacial Pace' y 'Predatory Glow'. Esta última va para un absoluto asalto aural que no es tanto punk como lo es absolutamente metal con malas ondas medio sludge que trae imágenes de demonios de 10 metros de altura con armadura céltica comandando un ejercito de golems y descabezando a mortales. A pesar de esto, me parece un disco que empieza y termina sin pena ni gloria, no me molesta tanto como lo que he escuchado anteriormente pero tampoco me emociona, lo cual es una lástima considerando la estética que manejan para el arte de sus discos y toques, que finalmente no es equivalente a la música aquí contenida.
Flying Lotus. Until the Quiet Comes. Warp Records
Con esta nueva entrega, Flying Lotus, mantiene su propuesta de-constructiva y fragmentada de la música popular electrónica. Trabaja con los mismos colaboradores que aparecieron en su entrega pasada, 'Cosmogramma', pero en esta vez se encuentran atmósferas que no son tan "caoticamente" experimentales sino más complacientes, ambientales, esqueléticas y mínimas Refinando cada vez más su producción mezclada entre baja y alta fidelidad, samples y fragmentos compositivos de música en vivo aparentemente dispares que fluyen exquisitamente en una sola canción sin aturdir al oyente. Es un disco complejo, más terrenal que sus anteriores entregas, y en donde también es más aun fuerte la influencia del jazz y el soul, pero nada de eso es dominante. Todo elemento y semblanza a genero alguno musical ha sido triturado para dar con esta creación. Y en eso hay que agradecerle a Lotus, ya que es de los pocos músicos en la actualidad que se salen del dominante pero ya tardío pensamiento post-moderno de apropiación creativa, para entrar de lleno en una nueva nostalgia del futuro, y el imaginarse una visión de este. ¿Podría ser esto el club 'Birland' circa 2040? ¿Porqué no? Recomiendo: 'Hunger', 'Sultan's Request' y 'DMT Song'.
Death Grips. NO LOVE DEEP WEB.
A falta de actitud 'punk' en esta segunda parte del Siglo XXI, llega Death Grips con su nuevo disco. Yo jamás puse atención a lo que estaban haciendo estos tipos. Usualmente suelo correr de la critica especializada cuando se le pone demasiada atención a un artista y Death Grips no eran la excepción (además de los típicos hipsters y sus alabanzas modistas que duran unos 15 días), así que de una vez decidí arriesgarme. Me tomaron por sorpresa: hay agresión, hay letras y música oscura, atmósferas que mezclan la disonancia y opresión de la electrónica industrial del pasado y presente, todo esto para representar la actual paranoia colectiva que se viene acumulando bajo la superficie: 'todo es suicidio. todo es suicidio. todo es suicidio. vives en el corazón. trepando las paredes. no hay privacidad. estoy intentando sobrevivir. pero fallezco'. Misogonia. Caos. Hipercapitalismo. Excelentes rimas. Excelentes beats. Todo en uno. Y en este momento al escuchar algo de 'The Money Store' para hacer comparativas, esta contiene la verdadera caza de brujas. Falto de melodía en un mundo saturado por "artistas" que prolongan sus bostezos durante lo que dura una canción, estos tipos son una merecida medicina, la golpiza que todos se merecen en una oscura esquina del centro de la ciudad. Recomiendo: 'No Love', 'World of Dogs', 'Lock Your Doors'.
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