Friday, 29 March 2013

Mirando hacia atrás: New Order - Movement

Factory Records. 1981

En la actualidad, el único disco que me permite conexión alguna con New Order es el tan "maligno y problematico" Movement, por más pretencioso que suene. Y no siempre fue así: llegué a ellos a través de Blue Monday (rmx 88') y Bizarre Love Triangle cada vez que eran bombardeados por la sección retro de VH1. Al mismo tiempo, como algunos de nosotros, tuve mi primer contacto con el punk a través de ese documental narrado por Iggy Pop, mientras este le sacaba jugo a unos cocos tropicales con una taldradora y mencionaba su novia colombiana. Inmediatamente mi fiel y único amigo virtual, Wikipedia, me informaba todo sobre el Punk y sus Vertientes (C) . Las siguientes dos semanas al shock inicial de estos descubrimientos, anduve escuchando pequeños, densos, fragmentos de Joy Division, Public Image, New Order, etc., porque mi conexión vía modem era un asco. ¿Que tan asquerosa era? Me demoraba cargando un video de youtube casi todo el día.

El perro ese de cara tétrica de Blue Monday 88'

Tiempo después, con conexión y computador mejorados (Windows 98' hasta el 2007, échense la bendición), pude finalmente enterarme de la hermosa canción de despedida, 'Ceremony', y de las pegajosas canciones de Power, Corruption & Lies, (la fabulosa 'Age of Consent', la embaladora 'Leave Me Alone', 'The Village' con su trance electrónico) . Sí, adoraba a New Order a pesar de no conocer un pito más sobre la banda. Quise adentrarme con profundidad, pero nada de lo posterior me llamaba particular atención. Escuché los sencillos de Pé a Pá con esa compilación de portada blanca (¿Substance?), y la vibra electro dance pop no ayudó para nada. Luego intenté con el impenetrable primer disco, que hizo declararme en derrota. Defraudado y con el corazón roto, me despedí de ellos por un buen tiempo.

1981

Pero como siempre pasa, esas primeras marcas musicales jamás se olvidan...en mi transcurso musical tenía que volver. Y esta vez, finalmente hizo 'click'. No me interesaba ninguna otra cosa más de ellos que 'Movement'. Entendí que era la continuación lógica de Joy Division, un disco mortuorio pero confuso, un disco incomprendido, en donde la pena y culpa colectiva de la banda sobre los eventos transcurridos en los meses anteriores, se fundía con la desesperación de poder encontrar una salida efectiva de aquella sombra aprisionante del pasado. Lo difícil del disco es justamente esa lugubridad, desafiando en sus partes más pesadas, al aún naciente teatro del 'rock gótico'. Lavados de teclados industriales, entre mínimas instrumentaciones y un funk gris fracturado e inhumano llenan la primera visión colectiva de la banda. El reemplazo de la pasión sobrenatural de Ian, por un nuevo maquillaje robotico, que se asemeja a los momentos más escalofriantes de Kraftwerk, remueve absolutamente cualquier remanente de punk antes presente. Por lo menos con lo que respecta a lo grabado, ya que durante esta época  las apariencias públicas de la banda mantenían un cierto espíritu caótico/pero distanciado, como podemos ver con un Bernard vuelto nada durante un festival de Glastonbury o personificando maniquíes con neurosis de guerra en la cadena televisiva de Tony Wilson.

Consideremos además que es un engaño el que imparten con 'Dreams Never End' al principio del disco. Una canción que justamente da una lumbre de esperanza, en medio de las vocales algo perturbadas de Peter Hook. De ahí en adelante, se torna más y más brumoso el asunto. 'Truth', un mini-Eternal abrasivo, que es continuado por la balada alquitranada 'Senses', llena de chispeantes sonidos metálicos y turbios teclados psicodelicos, 'ICB' y su música de baile post-mortem futurista fracturado, que podría rivalizar a los mismimos The Cure de esta misma época, si no fuera por la triple glacialidad de New Order. O -hablando de tres-, la triada tribal que termina el disco con, 'The Him', sofocante en su grotesca melancolía espiritista que invoca todo tipo de imaginarios pertenecientes a tiempos imaginarios fantásticamente desagradables, 'Doubts Even Here', un velorio siniestro, respaldado por una percusión militar que oprime psiquicamente al oyente hasta que quede como una esponja pulverizada, y la fantasmal 'Denial', que da por inconclusa la tormenta psicológica , vislumbrando una diminuta tonalidad de humanidad, pero jamás de resolución: "all of this is a gift/such a painful companion inside of me/it comes and it goes and it frightens me/...the answer's not there".

De aquí, no se pueden sacar pistas inmediatas del futuro por venir. O de que si quiera hubiera futuro alguno. Por mí, New Order pudo haber llegado hasta acá si no hubieran luchado lo suficientemente consigo mismos. Y a pesar de la lucha, ciertos tonos de la monolítica presencia musical aquí presente aparecerían en el éxito triunfal de 'Blue Monday'. Sin embargo, por esta misma confrontación/confusión me siento atraído a esta etapa inicial, sin que sea una escucha regular, ya que sería fácil perder la cordura, como con los viejos Joy. Como era de esperarse, también la influencia de los primeros NO se hizo sentir en bandas de distintas calidades, unas que presagiaban sombrías austeridades por venir, otras que luego darían lugar a extremas vertientes dentro del genero industrial, otras que luego influenciarían mucho del pop independiente de los 80's, y otras que cambiarían el juego para siempre. 

Se acerca el toque de ellos en un festival a realizarse en mi país. Pero el tiempo no pasa en vano...y creo que  es hora de matar la nostalgia para conocer a la banda que no me atreví a conocer, aunque sea en el pasado.

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